“Suspicion”
o “La sospecha” es una de las primeras cintas de Alfred Hitchcock que marcan su
entrada al cine norteamericano (1941), la atmósfera del relato, cargada de
psicología y suspenso, demuestra la madurez fílmica de Hitchcock.
La
trama inicia cuando el personaje de John Aysgarth (Cary Grant) conoce a la que
será su futura esposa (Lina McLaidlaw, interpretada por Joan Fontaine). El
desarrollo de la sospecha se desarrolla en el matrimonio entre ambos
personajes, pues a Lina le surgen muchas dudas sobre su marido y la clase de
persona que aparentaba ser para casarse con ella -John era adicto a las
apuestas.
Desde
la escena en que se conocen en el tren se ve un Johnny tratando de parecer
pudiente, cuando en realidad dista de serlo. Por ejemplo se acomoda en el vagón
de primera clase habiendo comprado un boleto de tercera y cuando es descubierto
por el chequeador del tren, le increpa diciéndole que es un equivocación, que
él ha pagado por uno de primera pero ha ocurrido una confusión, entonces le
pide dinero prestado a Lina (quedando en evidencia desde el inicio de la trama
las características de “vividor” del personaje).
Pero
la duda sobre los verdaderos intereses de John surge desde el momento del
“cortejo” de este hacia Lina, en el que se pierde por largos periodos haciendo
creer a Lina que él no está auténticamente interesado en ella (lo que provoca
cambios en el humor de Lina). Esta duda inicial se disipa en la fiesta que
hacen en honor del padre de Lina, el General McLaidlaw (Cedric
Hardwicke)
a la que acude Johnny sin ser invitado, en cuanto Lina lo ve se escapa con él y
eventualmente se casan provocando en un inicio el enojo del padre de Lina.
Una
vez casados empiezan a surgir dudas en Lina sobre la integridad moral de su
esposo, por ejemplo cuando este le confiesa que no es acaudalado y que incluso
la luna de miel se hizo con dinero prestado. Aún así a John le gustan las
posesiones de gran valor, esto se puede ver en la casa que compra para vivir
con ella, lo que la a Lina a pensar que se casó con ella solo por el dinero.
Los
constantes regalos, las mentiras sobre donde conseguía el dinero -ganaba
apuestas, pedía prestado, empeñaba objetos o robaba-, son detonantes para
infundir la duda y la sospecha en Lina, además los diálogos entablados con John
(también le llaman Johnnie) y otros personajes aumentan la tensión de la trama.
Con la aparición de Gordon Cochrane 'Beaky' Thwaite (Nigel Bruce), las dudas de Lina en cuanto
a la honestidad de Johnnie empiezan a crecer, y aumentan con las declaraciones (inocentes
y sin intención) que él realiza.
Estas denotan una vez más las
características de vividor y desocupado de John, y se esboza con esto la imagen
de falso culpable que tendrá Johnny hasta el final de la película (recurrente
en los filmes Hitchcockianos). Con el desarrollo de la trama se develan
las mentiras de Johnny hacia Lina, por ejemplo el lio legal que tiene con un
familiar por un dinero que robó trabajando para este (que fue usado para
comprar objetos innecesarios) y la suerte que corren las sillas que les heredó
el padre de Lina como regalo de bodas.
Según
comenta Lina, estas sillas son piezas dignas de un museo. Johnnie las vende y,
ante el disgusto y tristeza de Lina, las recupera.
Con
un negocio que surge entre Beaky y Johnny, la imagen del falso culpable va tomando
forma, ya que Lina cree primero que su esposo trata de estafar a su amigo e intenta convencerlo -fallidamente- de no hacer
el trato (en estas escenas con los gestos de Lina y el juego de la cámara con
el escenario se manifiesta el aturdimiento y el suspenso en que se encuentra la
protagonista).
Luego
Lina en un sueño (visión de la psicología interior del personaje) empieza a
creer que Johnny quiere matar a Beaky para apropiarse del dinero de este,
aunque en dos escenas diferentes demuestra que no es todo lo contrario -primero
cuando van a cancelar el trato más bien lo salva de caer al barranco y luego
cuando efectivamente Beaky muere-. Las circunstancias (el reporte policial en
que muestran que Beaky muere ingiriendo licor) hacen creer a Lina que John es
el asesino, puesto que él sabía de un problema de salud de Beaky que, según él
mismo dijo, lo mataría en algún momento.
A partir de este punto la trama se tensa más -Lina cree que será la
siguiente en ser asesinada-, máxime que John le pregunta a unos amigos en
presencia de Lina sobre algún veneno que no deje rastros en la autopsia.
Esta es una de las secuencias más emblemáticas del la trama, en la cual Lina cree que la bebida que le da John está envenenada.
Ante esto Lina decide volver a casa de su madre (a lo que a regañadientes accede John) para huir del “peligro”, en el viaje Johnny acelera el carro de tal forma que casi pierde el control –en este punto se alcanza el clímax del suspenso y la imagen del falso culpable- lo que hace creer a Lina que quiere botarla del vehículo, esto hace enfurecer al protagonista que le increpa sobre las dudas que ella tiene sobre él y le explica la serie de malos entendidos que la hicieron considerar eso. Al final se ve a la pareja regresando a su casa felices y sin ningún tipo de duda (se ve como John va en el carro abrazando a Lina).
En la primera imagen (derecha), John conduce calmadamente. En el otro
cuadro Lina “pelea” con John para que él no la tire al barranco.
Unido
a estos, también se pueden tomar en cuenta otros elementos para analizar la
psicología del filme; por ejemplo, a nivel exterior la iluminación de los
espacios es sombría, lo que genera un ambiente turbio y tenso.
En el cuadro de la derecha se encuentran Lina y John, la
habitación ilumina el fondo del espacio, pero los personajes se muestran abatidos.
El cuadro de la izquierda presenta un espacio lúgubre y la luz realza la sombra
del personaje
Asimismo
la cámara se enfoca en los primeros planos del personaje, mostrando los
movimientos, gestos y emociones que develan la interioridad del personaje.
El rostro de Lina muestra la sospecha ante la culpabilidad de su marido, reafirmando todo lo descrito anteriormente.
Por todo lo señalado anteriormente es que se manifiesta que esta es una de las mayores producciones de Alfred Hitchcok, además es quien explota al máximo la imagen del personaje inocente como falso culpable.
Material
de apoyo utilizado:
Neira Piñeiro, María
del Rosario. Introducción al discurso
narrativo fílmico. Arco/libros. S. L., 2003.






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