viernes, 4 de mayo de 2012

Reseña 9, Rear window


“Rear  Window”


Rear window, o por su traducción al español ‘’ La ventana indiscreta’’, es un filme dirigido por Alfred Hitchcock  en 1954, basado en el cuento de William Irish It had to be murder (1942). Esta es protagonizada por James Stewart en el papel de  L. B. Jefferies, y Grace Kelly interpretando a Lisa Carol.


La trama de esta película empieza cuando Jefferies, fotógrafo de profesión (enviado especial a muchos lugares del mundo y acostumbrado a la acción), se encuentra en su casa de habitación debido a una quebradura en una de sus piernas, así que para pasar el rato, Jefferies se dedica a observar la vida de sus vecinos a través de la ventana de su apartamento. Stella (Thelma Ritter), la enfermera que lo atiende, le argumenta que no realice esa práctica, pues se puede llegar a meter en un problema y, efectivamente, sucede al creer haber visto cómo su vecino Lars Thorwald (interpretado por Raymond Burr) asesina  a su esposa Anna.  



Esta es una de las escenas donde se empiezan a generar dudas por parte Jefferies respecto de la culpabilidad de su vecino (luego de escuchar un grito desgarrador, ya no se nota la presencia de la esposa en la habitación).


De forma paralela al supuesto asesinato, surge otro inconveniente: la relación un poco tormentosa de Jefferies con su novia Lisa por las disimiles personalidades de ambos: el uno es un fotógrafo ‘’aventurero’’ asalariado, mientras la otra aparentemente pertenece a una cierta elite de la sociedad (adinerada). Debido a esto, Jefferies no desea adquirir mayor compromiso con Lisa, pues con su modesto salario no le puede ofrecer las comodidades a las que ella está acostumbrada.


Lisa lo visita en las noches para cenar y charlar un poco, pero Jefferies se distrae espiando a sus vecinos (cuando se escucha el grito Jefferies está en compañía de Lisa), lo mismo pasa cuando Stella llega a brindarle los cuidados diarios. Poco a poco la sospecha del supuesto asesinato aumenta -insistencia de Jefferies en la culpabilidad de su vecino- al punto de traspasarla a otros personajes -Stella y Lisa-, lo que provoca que contacten a un policía para contarle lo sucedido; sin embargo, este no les cree y piensa que ellas también se convencieron por esa misma insistencia de Jefferies en hacer ver a Thorwald culpable, aún cuando no hay evidencias para probarlo.


 
Ambas entran en el juego del espionaje, hasta llegar a aceptar la sospecha presentada por Jefferies


Luego de esto Lisa y Stella se suman al espionaje del vecino. Un día una de las vecinas grita porque le mataron a su mascota, lo que despierta la duda de que pudiera ser el mismo Thorwald, pues el perro hurgaba en el pequeño jardín que él había plantado. Los tres llegan a sospechar que ahí yacía el cuerpo de Anna -y por eso el perro escarbaba en el jardín-, por lo que Stella y Lisa bajan a remover la tierra mientras Jefferies crea una distracción para Thorwald -finge una llamada para chantajearlo por el asesinato de Anna y lo cita en un bar para darles tiempo a Stella y Lisa y no ser descubiertas por él pero, al no encontrar nada, Lisa sube hasta el apartamento de Thorwald para buscar evidencia del asesinato. 



 
Al ver que Thorwald iba llegando a la casa, Jefferies decide llamar a la policía, pues temía por la vida de Lisa -al entrar en la casa descubre el anillo de bodas de Anna y lo oculta para mostrarlo a la policía. Luego de esto llega la policía y se lleva a Lisa, pues fue encontrada in fraganti en la casa de Thorwald; Lisa sabía que Stella y Jefferies estarían observándola desde su habitación, así que de manera discreta les mostró el anillo pero Thorwald se percató de lo que ocurría y descubrió que Jefferies lo estaba espiando.



 
En esta secuencia se puede ver una “evolución’’ de Lisa al mostrarse mucho mas aventurera y arriesgada: deja de ser la “dama” frágil y frívola de sociedad para convertirse en una mujer mucho más independiente y razonadora (muestra de esto es la forma en que toma el anillo), hasta el punto de que al final de la trama juega un papel mucho más importante que Jefferies para aclarar el supuesto crimen, incluso de una forma indirecta salva al fotógrafo de morir a manos de Thorwald.
    Jefferies envió a Stella a pagar la fianza de Lisa, y al ver que Thorwald había salido pensó que se dirigiría a su apartamento (pues como se mencionó anteriormente, este se dio cuenta de que Jefferies lo vigilaba). Como no tenía armas para defenderse, Jefferies utilizó las bombillas de iluminación que había en su casa para intentar protegerse de Thorwald. Al final este último se abalanza sobre Jefferies e intenta lanzarlo desde la ventana pero, al gritar, los policías que llegaban nuevamente a la casa de Thorwald en compañía de Lisa logran darse cuenta del intento de homicidio y le salvan la vida.


 
En esta escena se puede ver a Jefferies colgando de la ventana, al final cae y se fractura la otra pierna.


En esta ocasión Hitchcock recurre a mostrar en sus personajes -a través de diálogos y secuencias- la clase de espectador que busca para observar sus películas. Como ya es frecuente en este director, los elementos de la sospecha y la censura moral se retoman en este filme.
                Los personajes muestran lo obsceno, aquello que la sociedad no quiere mirar y que no es aceptable, pues para ellos es reprochable el espiar y vigilar a sus vecinos (hay un morbo implícito); sin embargo, caen en el mismo juego del espionaje (mirar lo que teme ser vigilado). Asimismo, Jefferies recela de su accionar, pero no deja de hacerlo, al punto de inducir al resto en la trama de la sospecha (esta se contagia), esto es lo que Hitchcock busca en sus espectadores. 
              De igual forma la censura es emitida por los personajes que, tras incluirse en la trama, demuestran que comparten la culpa (todos tienen algo que ocultar). Uno de los aspectos más relevantes de esta película es como Hitchcock muestra la intimidad de los personajes dando una visión más amplia de la sociedad al espectador; para lograr esto, el personaje principal es un espectador más durante buena parte de la cinta, convirtiendo el “vecindario” de la película en una especie de teatro en que se ven esquemas de la sociedad que se pueden contraponer entre sí,  como la bailarina de ballet que de una forma implícita se menciona que puede ser un poco promiscua, hasta la señorita “corazón solitario” que durante la película se ve como un estereotipo de “solterona”. De esta forma el director muestra algunos de los aspectos que todos tratamos de ocultar y todos tenemos (como lo menciona el detective amigo de Jefferies).


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