viernes, 13 de abril de 2012

reseña 6, Strangers on a train


“Strangers on a train”


Esta película realizada en 1951, cuya traducción corresponde a “Extraños en un tren”, refleja la tesis hitchcockiana del mundo: el mundo moderno es un mundo peligroso, donde no existe garantía moral. Es a través de los espacios del filme que se logra visualizar este tema. 
En primera instancia el tren es un símbolo de la modernidad, y como se señaló anteriormente Hitchcock la asocia con la decadencia moral –en varias de sus películas la presenta como un mal social, donde no hay conciencia de la integridad humana.  En esta presentación inicial de la trama se ve una estación de tren, el cual es un espacio de coexistencia con lo desconocido -constantemente invadimos espacios y nos invaden nuestro espacio- y representa el cruce de fronteras con el espacio de confort (se deja la comodidad de lo conocido para adentrarse en uno que no lo es, esto cuando es un viaje), o bien que puede conducir de lo desconocido a lo conocido, por lo que se establece la dualidad de interior/exterior.

Como muestra el siguiente enlace:   http://www.youtube.com/watch?v=7bjA-4no1ZY 
En esta escena se evidencia lo expuesto anteriormente, en el espacio se cruzan vidas sin ninguna relación
  
Una vez ubicado en el tren, Guy Haines (Farley Granger), novato jugador de tennis, se cruza con Bruno Anthony (Robert Walker), quien a primera entrada es un hombre ordinario. Cuando ya se estableció el contacto entre ambos, Bruno invita a Guy a almorzar en un vagón aparte -dentro del mismo espacio abierto del tren, por ejemplo los pasillos que son de acceso común, se trasladan a un espacio reducido y privado sin abandonar del todo la esfera pública del tren.

 
 En el cuadro de la izquierda se ubican ambos personajes en la “sala común”, mientras que en el de la derecha ya han pasado al espacio privado dentro del tren.

         
Luego de trasladarse hasta el “cubículo” de Bruno dentro del tren, este empieza a hablarle hipotéticamente de la muerte y le propone a Guy intercambiar homicidios, él mata a la esposa de Guy (Miriam, interpretada por: Laura Elliott) para que se pueda liberar de ella, puesto que tienen problemas matrimoniales y a cambio Guy asesina al padre de Bruno. La idea descabellada de este hace que Guy se impaciente, pero no deja de pensar en eso. Luego el tren realiza una parada y es el lugar de destino de Guy, donde hablará con Miriam sobre el divorcio. La llegada representa el abandono de lo desconocido (el interior del tren), donde se evidencia el otro lado de la naturaleza humana: el instinto.
Como se muestra en el vídeo, la simple entrada a la tienda aísla al personaje de Guy de la esfera de mundo (pues en el mundo se entra en contacto con las personas sin tener referentes de ellas) y se enfrenta al cambio de escenario, reducido a un ambiente más familiar, pues su esposa trabaja ahí.



          El cambio de escenario -entrada en el cubículo- simula la entrada al hogar: un espacio cerrado donde el exterior está ajeno al inconsciente humano, por ejemplo en la discusión de la pareja Guy reacciona enérgicamente cuando se entera que su esposa no le dará el divorcio. Ante esto se puede observar una diferencia entre el ser y el parecer de los personajes dependiendo del espacio en que se encuentren, ya que dentro de los espacios cerrados o “familiares” pueden liberar su animalidad e instinto, mostrando su auténtico ser de una forma libre, como el caso de Bruno con la división de asesinatos que planea.

           Luego se presenta el espacio de una feria, donde es un lugar sin restricciones para circular, incluso es un lugar de diversión. Dentro de esta hay una pequeña islita donde las parejas se reúnen para sus encuentros amorosos, Bruno sigue a Miriam hasta ese lugar, atraviesan un lago y al llegar efectúa el asesinato, pero de este se ve únicamente el reflejo. El acto se lleva a cabo en el anochecer, en un área natural -la naturaleza como elemento peligroso, primitivo y adverso para el ser de la ciudad.


 En ambas escenas no se muestra directamente la acción del asesino, sino que se utiliza el entorno para 
reflejar la ejecución del acto.

Cuando Bruno iba en el tren le comentó a Guy que la mejor manera de asesinar era estrangulando a la víctima, por lo que sería silenciosa y no se necesitaría ningún arma, tal como se ve en el reflejo del anteojo. De la misma manera Bruno intenta ejemplificar el asesinato en la casa de los padres de Anne Morton (Ruth Roman) -enamorada de Guy- y sujeta el cuello de Mrs. Cunningham (Norma Varden). Esta vez el espacio hogareño refleja el estadio de la inconsciencia humana, del instinto.



La inconsciencia de Bruno aumentó al ver a la hermana de Anne, Barbara (Patricia Hitchcock), quien llevaba unas gafas que la hacen lucir similar a Miriam. Justo en este momento Bruno  evidencia su instinto y sujeta fuertemente el cuello de su “ayudante”.


A la izquierda la imagen de Miriam, a la derecha Barbara Morton, hermana de Anne.

Luego de esto Bruno presiona a Guy y le indica que volverá al lugar donde mató a Miriam y dejará el encendedor que Anne le regaló a Guy, esto sería suficiente para que la policía sospechara que Guy fue quien asesinó a su esposa para poder iniciar una relación con Anne Morton.
 Esta situación lleva a ambos personajes a la feria. Este espacio refleja la infantilización del personaje asesino, quien evidencia una conducta totalmente edípica. Al llegar Guy a la feria persigue a Bruno hasta un carrusel, donde accidentalmente un policía dispara y falla el tiro, hiriendo al maquinista. El juego se sale de control y el carrusel toma velocidad. La desesperación de Guy al intentar detener a Bruno, y la de este último que busca deshacerse de él para inculparlo,  se simboliza en varios espacios de la película, por ejemplo en la rapidez con la que gira el carrusel. Conforme aumenta la tensión en la trama aumenta la velocidad de la rueda. El final de la escena muestra como al descarrilarse la rueda y detener su velocidad, ocurre el clímax del enfrentamiento entre ambos personajes, donde uno de ellos muere.


Otro ejemplo se encuentra en las rejas de la casa de Guy. Este escucha las sirenas de la policía mientras Bruno le cuenta que ha matado a Miriam, Guy en un principio está afuera pero al oírlas ingresa simulando una cárcel, siendo Bruno su carcelero (del que le costará librarse durante la trama).




Es así como Hitchcock muestra el tren como alegoría del contacto entre lo viejo y lo nuevo, lo decadente y lo moral de una sociedad que transcurre a gran velocidad, lo que provoca la pérdida de conciencia. Por ejemplo, en Shadow of a doubt el asesino también se desplaza por medio del tren (la imagen del asesino como muestra del mal y de la decadencia moral de la sociedad), además es en el viaje en tren que Bruno le plantea las muertes de sus respectivos obstáculos, siendo en rigor completos desconocidos que por casualidad cruzan sus caminos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario