viernes, 20 de abril de 2012

Reseña 7, I confess


“I CONFESS”




 
“I Confess”, cuya traducción sería “Yo confieso” (o “Mi secreto me condena”, Argentina y como “Mi pecado me condena”, México), es un filme dirigido por Alfred Hitchcock en 1952, basado en la obra teatral francesa escrita por Paul Anthelme  Nos Deux Consciences (1902). Esta película está protagonizada por Montgomery Clift en el papel del Padre Logan, Anne Baxter interpretando a la Antigua amante del Sacerdote (antes de su iniciación) y Karl Malden personificando al implacable Inspector Larrue.
La trama de la película tiene dos aspectos fundamentales, el uso o concepción de la culpa en los personajes y la noción del falso culpable (utilizado muy a menudo por Hitchcock). La misma inicia con el asesinato de un conocido abogado en la localidad donde vive el padre Logan, el cual es perpetrado por el Sacristán de la iglesia Otto Keller (O.E. Hasse) que llega a confesarse con el padre Logan la noche que comete el homicidio, luego de esto Keller lo chantajeara recordándole que no puede decir nada ya que lo cubre el secreto de confesión.


 
Este es el momento en que Logan toma la confesión de Otto. A partir de este el personaje se ve atado por el secreto de confesión y carga la culpabilidad del crimen que no cometió.



Conforme avanza la trama los aspectos mencionados con anterioridad convergirán en el padre Logan, ya que la noche del homicidio se ve a un hombre con una sotana cerca de la casa del fallecido. El sacerdote al ser cuestionado por esto no puede ofrecer una coartada firme, lo que hace que las sospechas caigan sobre él con mayor intensidad, y más aún cuando se sabe que el abogado chantajeaba al padre Logan y a Ruth Grandfort (novia de juventud del padre Logan antes de que este se hiciera sacerdote). Con estas acciones se ve con claridad la imagen del falso culpable, ya que la imagen del padre queda doblemente destruida (establece una doble moral: es un sacerdote que comete un asesinato y mantiene un supuesto amorío con una mujer casada). 


 
La condena destruye su reputación, su moral.

Esto en gran parte es por el manejo de la culpa que tiene el personaje, pues conoce la verdad pero no puede decirla por su posición de sacerdote, y luego porque perjudicaría al Ruth (se deja ver que  Logan antes de ordenarse pudo tener un romance con Ruth, estando ella casada).
En el momento que Ruth ofrece su testimonio para tratar de salvar a al Padre Logan, las retrospecciones mostradas aclaran el panorama antes expuesto; sin embargo, el espectador conoce la inocencia del Padre Michael durante toda la trama. Todos los elementos hacen mostrar la culpabilidad del mismo, y esa misma culpa hace que los demás personajes recurran al elemento de la sospecha.



 
Michael se muestra atormentado por ese sentimiento de culpa, y más aún porque la sospecha que conlleva la misma denota una condena moral por parte de sus feligreses. Dicha condena destruye a Michael, pues la culpabilidad se transfiere y, al igual que Otto, él también carga en sus espaldas un secreto (confiesa que conocía a Ruth). 
A través de la película la concepción de la culpa se verá manifestada con imágenes muy elocuentes, por ejemplo en la misa que el Padre Logan oficia la mañana posterior a la confesión de Otto, cuando Logan se da vuelta se ve marcada una cruz en la sotana lo cual en la creencia judeocristiana (hay que recordar que Hitchcock creció con esa formación)  es símbolo de culpa, pero no una culpa “ganada” sino una culpa de la que el portador no puede librarse pero tampoco merece, lo que hace de Logan una suerte de mártir ante el espectador (sufre el castigo que le corresponde a otro, pues tiene una obligación mayor que le impide oponerse).


 
Mientras Jesucristo sube al Monte de los Olivos para orar antes de ser apresado, Michael sale a caminar para pensar y despejar su mente, y se topa con esta imagen de Jesús camino al Calvario.

Otro aspecto que refuerza esta imagen es que el Padre Michael luego de verse con Ruth para tratar el tema del chantaje del abogado –pues estando ella casada, los vio una mañana en su propiedad, por lo que este pensó que se trataba de una infidelidad-, recurre a la iglesia en búsqueda de guía o de repuesta, lo que según la tradición católica podría hacerlo semejante a Jesús en el huerto antes de ser entregado a sus perseguidores. Estos elementos hacen ver con mayor claridad el manejo de la culpa de Logan y refuerza la imagen del falso culpable que, conforme avanza la trama, se desmitifica; sin embargo esto último sale a la luz desde una perspectiva de observador ya que en contexto general cada uno de los hechos refuerza la culpabilidad del sacerdote.



 En esta imagen se aprecia cuando el padre Logan se encuentra en la iglesia luego de su encuentro con Ruth, el cual solo se menciona. Luego Otto le confiesa su crimen.

 Otro personaje en que se manifiesta la sensación de culpabilidad es en la pareja de Otto, Alma (interpretada por Dolly Haas), ya que esta luego de los hechos cometidos por Otto no puede siquiera estar cerca de los sacerdotes en especial de Logan, lo que se evidencia en la forma en que los trata y en los gestos de angustia que tiene a lo largo del filme; por ejemplo a la mañana siguiente del asesinato se ve a Alma exageradamente nerviosa al punto que se le cae un recipiente, la culpa de su complicidad con Otto -él le manifiesta su crimen y es ella misma quien le da la tranquilidad al recordarle el voto del secreto de confesión de los sacerdotes, además al hacerlo cae en el juego de culpabilizarlo- es tan notoria en ella que al final es la que confiesa que es Otto el verdadero asesino del abogado.  




Uno de los momentos de más tensión en el filme es cuando Alma confiesa que Otto es el verdadero asesino, pues es el clímax del sentimiento de culpabilidad.


En Ruth la culpa se manifiesta doblemente: primero por el sentimiento de haber abandonado al Padre Logan (cuando él fue a la guerra ella lo esperó pero luego se casó, y posteriormente perdieron contacto)  y luego por haberle sido infiel a su esposo, (pues ama a otro hombre, aunque nunca ha recurrido a materializar la infidelidad) lo que evidencia en la forma en que trata a este, además en los diálogos que tienen se deja ver que ya él –el esposo- sabe que Ruth aún ama a Logan. Uno de los momentos en que se ve con mayor fuerza el sentimiento de culpa es cuando se dirige a hacer declarar a favor de Michael, su pareja Pierre Grandfort (personificado por Roger Dann) se ofrece a acompañarla y esta le dice que ya él no puede hacer nada más por ella.  
Luego de la confesión que realiza Alma, Otto intenta herir al Michael; sin embargo, falla el tiro y en consecuencia lo recibe su esposa Alma, quien muere a los pocos instantes del impacto. Comienza una persecución contra Otto, quien posteriormente se ve acorralado en el salón de baile de un hotel, ahí Michael intenta hablar con él, y se ofrece uno de los diálogos más emblemáticos de toda la película, donde Otto le pregunta a Michael “¿Dónde está mi Alma?”, la cual puede ser su esposa o el espíritu humano. Al final el Padre Michael Logan es absuelto del crimen, y Otto muere en sus regazos producto de un tiro ocasionado por uno de los oficiales.



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